Por Norma L. Vázquez Alanís
(Primera de dos partes)
Uno de los episodios más significativos en el desarrollo del pensamiento hispanoamericano e incluso occidental del siglo XVI, fue sin duda la Controversia Indiana, es decir, las polémicas y discusiones que se presentaron en la monarquía española sobre la Conquista y la dominación de las Indias, en la cual participaron numerosos pensadores de diversas tradiciones intelectuales, expresó el doctor en Historia por la UNAM, Francisco Quijano.
Por ello fue tema central de su interesante conferencia ‘Discusiones teológicas y políticas en el siglo XVI’, dictada como parte del ciclo ‘La reconciliación con nuestra historia’ convocado por el Centro de Estudios de Historia de México Carso (CEHM) de la Fundación Carlos Slim.
La muy atrayente idea de repensar y revalorar la historia colonial, particularmente el proceso de conquista, para -como propone el doctor Manuel Ramos Medina, director del CEHM- “reconciliarnos con nuestra historia”, llevó al historiador Francisco Quijano a formular una revisión del problema de la Conquista, tomando como punto de partida la Controversia Indiana para hacer una reinterpretación de la historia del pensamiento político hispanoamericano y novohispano de la temprana modernidad de los siglos XVI y XVII.
El especialista hizo un análisis profundo de esta discusión con el propósito de revisar, por un lado, qué sabemos de la historia del pensamiento político de la época colonial, a través del cuestionamiento de cierta historiografía que ha sido bastante hegemónica, la cual sostuvo que el pensamiento se redujo durante bastante tiempo a expresiones absolutistas y de origen divino.
Y por otro, cómo valorar el concepto de la Conquista, si fue criticable y en qué términos, y en este sentido, recuperar algunas de las voces de aquella época para entender a partir de ellas cuál fue el proceso de legitimación o no de la conquista.
Para tal efecto el doctor Quijano hizo una descripción, en términos generales, de qué fue la Controversia Indiana, cómo se presentó y qué temas se discutieron.
Las discusiones que se presentaron sobre el problema de la conquista y el domino español en las Indias significó uno de los espacios controversiales más determinantes de la historia del pensamiento político hispanoamericano; diversos debates sobre esta problemática tuvieron lugar desde finales del siglo XV, prácticamente desde el momento del contacto, y se extendieron cuando menos hasta mediados del siglo XVII.
Probablemente, precisó el historiador, el periodo de mayor intensidad de estos debates se dio entre 1530 y 1560, y en ellos participaron un gran número de personajes de distintas tradiciones: teólogos, juristas, canonistas, humanistas, cronistas, historiadores y otros especialistas.
Cuando se inició esta controversia, cuyo desarrollo se puede seguir a lo largo de 150 años, ni siquiera se tenía conciencia de que América era otro continente y que era necesario resolver asuntos pragmáticos de gobierno y de lo que hoy llamaríamos relaciones internacionales.
A finales del siglo XVI se llevaron a cabo las discusiones entre los reyes católicos y la corona de Portugal, intervino el papa Alejandro VI, así como los actores del proceso, es, decir los descubridores. Pensemos en Cristóbal Colón y las negociaciones -señaló-, incluidos los escritos que hizo a la corona para que se le respetaran sus capitulaciones. Este momento diplomático, que siguió a lo largo de toda la controversia, se vio enriquecido con la participación de otros personajes.
Sermones de Montesinos, parteaguas para discusión sobre dominio español
En este sentido, los famosos sermones que pronunció fray Antón de Montesinos en La Española -República Dominicana- en 1511 pueden verse de manera retrospectiva como un parteaguas que cambió el rumbo de la discusión respecto al dominio español sobre América.
Montesinos, hasta donde sabemos -apuntó Quijano-, fue el primer crítico del dominio español sobre las Indias; él estableció en estos sermones la denuncia de la forma en la cual se estaba llevando a cabo la colonización en las Antillas, y a partir de entonces se pusieron a discusión los fundamentos de la legitimidad o no del dominio español -europeo en general- sobre América.
A partir de este momento empezaron a participar en las discusiones lo que hoy llamaríamos intelectuales, sin que esto sustituyera o desplazara a otros personajes de la esfera de gobierno que se habían ocupado de esta controversia en sus primeros años. Tanto teólogos, como historiadores, cronistas y juristas, escribieron abundantemente respecto al tema.
En un primer momento estas discusiones fueron promovidas por la corona, porque una larga tradición política -particularmente del reino de Castilla- permitía a los reyes españoles convocar con cierta frecuencia a juntas de expertos -sabios, teólogos y juristas-, en las cuales se discutían aspectos morales relacionados con alguna toma de decisión del gobierno.
Sin embargo, estas juntas no eran deliberativas ni obligaban al monarca a actuar de una manera u otra, servían para, como en la época se llamaba, ‘descargar la conciencia’-explicó el historiador-; y actualmente diríamos que para legitimar una decisión. Eran pues una especie de cuerpos consultivos.
Precisamente a raíz de los sermones de Montesinos, Fernando el Católico decidió llamar a una junta de juristas para discutir el problema de la legitimidad de la colonización en América. Al abrirse la puerta a los juristas para participar en la discusión, esta se volvió más teórica, porque ya no se trataba de resolver solo asuntos de carácter diplomático, ni tampoco de denuncias y reivindicaciones llevadas a cabo por testigos o por cronistas, sino de expresar opiniones de expertos que analizaran los fundamentos políticos del problema. Poco a poco se fueron dando cuenta de las divisiones y complejidad del proceso al cual se enfrentaba España, agregó Quijano, quien recibió en 2013 la Medalla Alfonso Caso por estudios de Doctorado en Historia, otorgado por la UNAM.
Discusiones y debates pasan a otros espacios
A medida que las discusiones y debates se enriquecieron, el desarrollo de la Controversia Indiana dejó de ser el resultado exclusivo de las convocatorias de la corona y fue abordado también en otros espacios, por ejemplo, en juntas organizadas por la Iglesia, pero también dentro de las universidades. Fueron las famosas ‘Relecciones’ -13 lecciones solemnes- del teólogo Francisco de Vitoria las que detonaron un proceso de discusión de estos temas en las universidades.
Así, continuó el ponente, vemos que para la década de los 30 las reflexiones sobre la conquista y el dominio de América aparecieron en distintos ámbitos, aunque la corona siguió convocando; la famosa polémica de Valladolid entre Bartolomé de las Casas y Juan Ginés de Sepúlveda fue resultado de una asamblea requerida por el Consejo de Indias, fue entonces cuando salieron a la luz pública obras sobre estos temas. También se llevaron a cabo concilios eclesiásticos convocados por obispos o dentro de las órdenes religiosas para discutir estos asuntos, que asimismo llegaron al ámbito universitario.
Los personajes más destacados que trataron este tema en ambos lados del Atlántico, fueron Francisco de Vitoria, Domingo de Soto, Vasco de Quiroga, Julián Garcés, Bartolomé de las Casas, Alonso de la Veracruz y Juan Zapata, entre otros.