jueves, marzo 28, 2024

DIARIO EJECUTIVO: Periodistas: ¿Todos somos whistlebloguers?

Roberto Fuentes Vivar

Nueva amenaza contra la libertad de expresión

Inflación, CEM, Maratón, Newmark, Peso, El Bueno

En años recientes se ha acuñado el término Whistlebloguer (en español algo así como alertador) para designar a quienes difunden hechos de corrupción que intentan mantenerse en secreto y que alertan a la sociedad sobre sus consecuencias.

El término se ha aplicado a personajes como Julian Assange (fundador de Wikileaks) y Edward Snowden (quien filtró documentos de la CIA y la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense), entre otros.

Ahora debe surge una pregunta ¿es un periodista un Whistlebloguer cuando publica hechos o documentos secretos? Personalmente creo que sí, aunque su plataforma y su número de lectores o seguidores pueden ser muy inferior a la que tuvieron en su momento Assange o Snowden.

Considero que el papel del periodista (por lo menos así me lo enseñaron en la escuela y así pretendo transmitirlo en mis clases de la Escuela Carlos Septién) debe ser el de un alertador social que a través de su información y su opinión pueda señalar los riesgos de una actitud que se mantiene en secreto.

Hago esta introducción para referirme a un caso concreto que en estos momentos debería estar a debate en el medio periodístico porque puede significar un atentado a la libertad de expresión. De este caso hablaré párrafos más adelante.

Pero antes, quisiera exponer textualmente lo que dice Wikipedia acerca de los whistlebloguers: “Un delator, también llamado a veces alertador, lanzador de alerta o denunciante1, define a un simple ciudadano que, trabajando en sectores públicos o privados, se encuentra, en un momento dado, confrontado con un hecho que puede constituir un delito, peligro o fraude, y que está siendo silenciado. El delator decide entonces dar a conocer este hecho a la sociedad civil, a los medios de comunicación o a los organismos públicos.

“En ocasiones se usa el término inglés whistleblower (persona que hace sonar un silbato o pito), cuyo uso se circunscribe al ámbito laboral u organizacional, mientras que los términos equivalentes en castellano pueden aplicarse también a actuaciones en otros ámbitos”.

Añade que “la revelación de esta conducta puede ser de varios tipos: la violación de una ley, regla o regulación que puede ser una amenaza al interés público, como un fraude contra leyes de salud o seguridad y/o sobre corrupción política. Los whistleblowers, pueden hacer sus alegaciones internamente, con otras personas en la organización o externamente a reguladores, agencias, medios de comunicación, o grupos que tengan relación con el tema. Frecuentemente se ven obligados a afrontar represalias de las manos de la organización o grupo acusado, o de organizaciones y gobiernos indirectamente relacionados”.

Si se atiene uno a esta definición, definitivamente muchos periodistas pueden (o podemos) caer en la descripción de lo que es un whistlebloguer y por lo tanto enfrentar las consecuencias. Y aquí vale la pena mencionar ¿Cuántos de los más de 50 periodistas asesinados en el presente sexenio fueron ultimados precisamente por haber publicado información que no convenía a alguien?

En nuestro país son más frecuentes los asesinatos que los casos jurídicos a debate sobre los casos de publicar información incómoda y la mayor parte de las demandas a periodistas han sido por calumnia o daño moral. Algunas incluso han llegado hasta la Suprema Corte.

Mucho se discutió, en diciembre pasado, sobre una Ley Mordaza en la cual se proponía modificar la fracción I del artículo 1916 del Código Civil Federal para que “en la reparación del daño moral se considere el hecho ilícito de quien comunique, a través de cualquier medio tradicional o electrónico, un hecho cierto o falso, determinado o indeterminado, que pueda causar deshonra, descrédito, perjuicio o exponer al desprecio de alguien”. La propuesta del PRI fue aprobada casi en lo oscurito a finales de 2017.

Otros, azuzados por las televisoras, llamaron Ley Mordaza a la prohibición que estableció el Instituto Federal Electoral (ahora Instituto Nacional Electoral) de contratar de manera directa espacios hertzianos para las campañas electorales.

 

Una ley secundaria contra la Constitución

 

Ahora, pongo a debate un caso que se ha comenzado a ventilar en algunos medios jurídicos, pero al que no se le ha dado la debida importancia en materia de libertad de expresión y medios de comunicación, porque se ha quedado en el ámbito de los litigios empresariales.

El abogado Paulo Díez Galgari argumenta que fue objeto de una demanda en su contra por haber revelado información de una empresa. De alguna manera al publicar esa información se convirtió en un Whistebloguer. Su contraparte, los abogados Zinser, Esponda y Gómez Mont aseguran que la información difundida afectó los intereses de los inversionistas de esa empresa, lo cual constituye un delito.

Yo pregunto ¿Qué hubiera pasado si en vez de un abogado hubiera sido un periodista, de manera directa, quien difundió la información? ¿Habría sido acusado con la misma beligerancia? ¿Se habrían violado las leyes argumentadas por Zinzer, Esponda y Gómez Mont?

Una cosa es cierta, seguramente su medio lo hubiera puesto de patitas en la calle y hoy estaría enfrentando una demanda por cantidades tan grandes que ni viviendo tres vidas podría pagar. También es cierto que los periodistas estamos expuestos a que en cualquier momento nos apliquen esa ley secundaria que se antepone a los principios de los artículos sexto y séptimo de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Concretamente se trata del artículo 383 de la Ley del Mercado de Valores que señala: “Serán sancionadas con prisión de uno a cinco años, las personas que: difundan por sí o a través de un tercero, información falsa sobre valores, o bien, respecto de la situación financiera, administrativa, económica o jurídica de una emisora, a través de prospectos de colocación, suplementos, folletos, reportes, revelación de eventos relevantes y demás documentos informativos y, en general, de cualquier medio masivo de comunicación”.

La primera parte de este artículo es muy clara y cualquier periodista o whistlebloguer puede ser enviado a la cárcel por publicar información falsa. Incluso hasta un periodista que cometió un “dedazo” con alguna cifra, lo que significaría no apegarse a los criterios de veracidad y ser presunto delincuente no intencional.

Pero la segunda parte, después del “o bien” puede prestarse a diversas interpretaciones, pues legalmente podría ser demandado un periodista o un whistlebloguer que denuncie información (incluso verdadera) “de la situación financiera, administrativa, económica o jurídica” de alguna de las empresas del mercado de valores, si así lo desea la emisora.

Lamentablemente la redacción de este artículo es tan ambigua que puede representar una amenaza a la libertad de expresión, pues si un periodista (incluso un analista) emite una opinión que no guste a la empresa en cuestión, puede ser sometido a un largo juicio por haber publicado algo en contra de los intereses de un corporativo. O bien (para utilizar la misma muletilla de la ley) la empresa puede argumentar falta de veracidad.

Ojalá los legisladores (y también agrupaciones como Reporteros sin Fronteras, la CIDH y Artículo 19, además de las organizaciones de comunicadores mexicanos) revisen ese artículo y su discrecionalidad, pues de lo contrario, periodistas y whistlebloguers podemos enfrentarnos a una verdadera “Ley Mordaza” en la que la única opinión válida sea la de las empresas. Dice el filósofo del metro: la verdad de un vaso medio lleno es que está medio vacío.

 

Tianguis

 

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dio a conocer modificaciones en su medición de la inflación, en la cual parece tomar en cuenta algunas críticas que recientemente ha difundido en esta columna, en el sentido de que nadie cree en la forma en que se mide el Índice Nacional de Precios al Consumidor. Por lo pronto, otorga mayor ponderación al rubro de alimentos, bebidas y tabaco y reduce la de los servicios. También reduce el peso de precios en educación y vivienda. La nueva medición entrará en vigor el 23 de agosto cuando se publiquen las cifras de inflación de la primera quincena de agosto. Por lo pronto, Banamex considera que el cambio del año base del INPC aumenta, en el margen, los riesgos al alza en nuestras proyecciones de inflación… Grave, pero una de las carreteras favoritas de Enrique Peña Nieto, el Circuito Exterior Mexiquense (CEM), anunció un aumento de entre cinco y 10 por ciento en las tarifas del Circuito Exterior Mexiquense, así como en las 31 casetas que posee en el Estado de México. Apenas en febrero, había subido sus precios en 8.2 por ciento…. Telcel, a través de su director de Comunicación Corporativa de América Móvil, Renato Flores Cartas, dio a conocer ayer las nuevas aplicaciones (app) para la XXXVI edición del Maratón de la Ciudad de México. Lo interesante es que, por primera vez, los familiares de podrán ver en tiempo real el desempeño de sus corredores. Esta novedad se debe en buena medida a que dos de cada tres corredores el año pasado vinieron de provincia y sus familiares querían seguirlos durante el evento. Paralelamente Telcel contará con un cronometraje propio (no oficial) que puede ayudar al desempeño de la carrera, incluso en algunos momentos auxiliando a los jueces… La empresa inmobiliaria Newmark Knight Frank (NKF), presidida en México por Giovanni D´Agostino, anunció su expansión en América Latina con la inclusión de un equipo líder de Servicios Globales Corporativos, encabezado por Sergio Pérez y Samuel Campos, como Executive Managing Directors. El equipo consiste en 27 profesionales 18 productores, seis de los cuales son expertos. Diez de los 27 miembros del equipo pondrán en marcha una nueva oficina NKF en León, la región del Bajío, para reforzar las representaciones de Monterrey y Tijuana. Barry Gosin, director General de NKF dijo que ¨la incorporación de este equipo destaca la importancia de servicios corporativos globales”…  En su análisis semanal, CIBanco indicó que regresa la volatilidad al peso mexicano por temas geopolíticos y en espera de noticias del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). De nueva cuenta, los temas geopolíticos vuelven a concentrar la atención y se convierten en la principal guía para los inversionistas. Son varios los frentes abiertos que generan inestabilidad y preocupación financiera global, con la característica de que en todos están involucrados a la Administración del Presidente Trump: con China, Rusia, Irán y Turquía, dijo el banco…  Alejandro Salcedo Pacheco, presidente Nacional de la Asociación Latinoamericana de Micros, Pequeños y Medianos Empresarios (Alampyme), se dijo extrañado de que, después de 35 días, no haya respuesta por parte del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, para una reunión con micro, pequeños y medianos empresarios. “No sabemos a detalle cuáles serán las líneas de acción y los programas del gobierno de AMLO, ni los montos y las reglas de operación de éstos para los micro, pequeños y medianos empresarios”, agregó… Para todos los sibaritas, les comentó que uno de los mejores mezcales, por su calidad y precio, es “El Bueno”, de la familia Varela. Se trata una variedad interesante con Agaves Silvestres como el Madrecuxe, Tobalá y Tepeztate, además del clásico de Agave Espadín.Lo pueden conseguir en la ciudad de México en Amargura 17, San Ángel, a un costado de la Plaza San Jacinto.

filosofodelmetro@yahoo.com.mx

Artículos relacionados