CIUDAD DE MÉXICO, 29 de junio (AlmomentoMX).- – ¿Cómo lograr que nuestras sociedades sean incluyentes en temas de diversidad sexual? De acuerdo con activistas, el primer paso es visibilizar las identidades sexo-genéricas y de los distintos contextos en que se desarrollan.
De acuerdo con la Agencia Informativa Conacyt, hasta 2010, en México había casi 230 mil hogares compuestos por parejas del mismo sexo, representando casi uno por ciento del total, según el Censo de Población y Vivienda del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). En tanto que 3.6 por ciento de los jóvenes representados en la Encuesta Nacional de Valores en Juventud 2012, se reconocía como gays, lesbianas o bisexuales.
A la fecha, son persistentes los casos de discriminación, rechazo o violencia por homofobia, pues una de cada dos personas homosexuales o bisexuales percibe la discriminación como su principal problema, según la Encuesta Nacional sobre Discriminación en México (Enadis) 2010.
Este rechazo se presenta desde casa, pues tres de cada diez padres mexicanos no tolera la idea de que alguno de sus hijos manifieste tener una preferencia sexual distinta a la heterosexual.
La Enadis presenta que cuatro de cada diez mexicanos no aceptaría en su casa a una persona no heterosexual, destacando que la edad es un factor que interviene en la exclusión porque los jóvenes son más tolerantes que los adultos y los adultos mayores, mientras que en las grandes urbes hay más apertura para reconocer las expresiones no heterosexuales, que en zonas rurales o ciudades pequeñas.
Adicionalmente, el nivel socioeconómico y la escolaridad influyen en el respeto a la diversidad sexual.
Este panorama se vive incluso en entornos universitarios, donde la discriminación puede presentarse de manera violenta, sutil o implícita. El estudio “Homofobia en estudiantes universitarios de México” aplicó un muestreo en tres universidades públicas de las regiones centro, golfo y sureste a partir de un instrumento de asociación de palabras.
Los resultados mostraron una prevalencia de enunciados homofóbicos (49.9 por ciento), seguidos de inclusión (27.9 por ciento) y neutros (22.7 por ciento), ejemplificando que la homofobia sigue presente en la muestra de estudiantes, pero ahora es velada o implícita, y que hay factores que influyen, como la religiosidad, el género, la edad y la profesión.
En el marco del Día del Orgullo Gay, que se celebra cada 28 de junio, mostramos las acciones que se realizan desde esferas universitarias en torno a la visibilización de esta realidad. Se trata de CIDE+, una comunidad de alumnos, exalumnos, profesores, investigadores y personal administrativo del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) que se asumen como personas lésbico, gay, bisexual, travesti, transexual, transgénero, intersexual (LGBTI+), así como personas que no se identifican genérica o sexualmente como tal, pero que apoyan y promueven la libertad y los derechos de identidad de género y sexual, a quienes llaman aliados.
Agencia Informativa Conacyt (AIC): ¿Cómo surge CIDE+?
Alejandro Cuauhtémoc Mejía (ACM), egresado de la licenciatura de economía del CIDE y uno de los fundadores del colectivo: Surge en diciembre de 2013 con el propósito de generar una red de networking entre alumnos y exalumnos LGBTI+ del CIDE. Tuvimos la iniciativa y nos reunimos, alrededor de 50 egresados que nos organizamos en torno a dos objetivos: visibilizar la diversidad del CIDE en la sociedad y dentro de la misma institución y formar una comunidad con la población LGBTI del CIDE y los aliados.
Al principio, este grupo de exalumnos nos reuníamos fuera del CIDE, pero en 2015 nos presentamos con el doctor Guillermo Cejudo, secretario académico de la institución, para mostrarle cómo funcionaba la organización hasta ese momento y proponerle la implementación del programa de mentores, un proyecto apoyado por la Universidad de Chicago enfocado en apoyar a los estudiantes en su proceso de “salir del clóset”.
Tuvimos muy buena respuesta y, desde ese momento, el CIDE nos ha apoyado bastante para ver qué podemos mejorar, identificar las áreas de oportunidad para apoyar a la comunidad estudiantil.
AIC: ¿Qué actividades realizan?
ACM: Llevamos a cabo distintos proyectos. Organizamos la Semana de la Diversidad, que este año llegó a su cuarta edición con la presencia de ponentes internacionales; además que colaboramos en el programa de discriminación, acoso y violencia, realizamos pláticas con los estudiantes y distintos actores o activistas de la comunidad para que compartamos experiencias y proyectos, a fin de visibilizar la diversidad y generar una comunidad amplia y fuerte entre los egresados y estudiantes del CIDE.
Además formamos parte de la red de grupos universitarios por la diversidad y la igualdad de género, que participa en la marcha anual del orgullo LGBTI+.
AIC: ¿Qué instituciones participan en esta red?
Katia Guzmán Martínez (KGM), estudiante de sexto semestre de la licenciatura en ciencias políticas y relaciones internacionales del CIDE: Hay colectivos en otras universidades, unos más activos y con los que tenemos relación, como el grupo Udiversidad de la UNAM, Pride y Espectro, del Tecnológico de Monterrey, Plural Ibero, de la Universidad Iberoamericana, y Diversidad del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), entre otros.
Katia Guzmán Martínez. Cada uno tiene realidades diversas, pero colaboramos para organizar el contingente interuniversitario en la marcha del orgullo.
Cada seis meses hacemos trabajo de networking para generar una red más fuerte entre las personas LGBTI+ y los aliados a la diversidad; procuramos formar una red fuerte en la que podamos crear nuevos proyectos.
AIC: ¿Qué panorama observan en las universidades frente a la comunidad de diversidad sexual?
KGM: Nosotros nos movemos en un espacio privilegiado, donde las autoridades son más abiertas, pero el tema de diversidad sexual sigue viéndose con prejuicios, por eso uno de nuestros proyectos es la realización de la Semana de la Diversidad, con el propósito de generar debate y discusión en torno a temas de género y de diversidad sexual desde distintas perspectivas.
El objetivo es visibilizar estos temas que nos parecen importantes y que de alguna manera, cuando no se habla de algo deja de existir. La importancia es hablar de la comunidad LGBTI+, de nuestros derechos y desarrollo, para posicionarlos en la agenda pública.
Hemos observado que la homofobia está presente y que es, en parte, por la identidad cultural en el país. En ese sentido, el género sigue siendo una categoría relevante, no solamente pensándolo desde una posición binaria sino desde identidades sexo-genéricas diversas, como son mujeres trans y toda la gama que hay, porque implica discriminación
Hablando en términos generales, México sigue siendo un país machista que castiga hasta cierto punto la feminidad, entonces este tipo de cosas tan disruptivas que es ser o identificarse como mujer trans, cuyos órganos sexuales fueron identificados de hombre, rompe con muchos esquemas.
La segunda es la clase porque, desde mi perspectiva, es relevante lo que el ingreso económico te puede dar, y tal vez también se podría relacionar con la posición geográfica, pues hasta cierto punto la Ciudad de México es una especie de burbuja de privilegios, donde la sociedad o la gente empieza a identificar la diversidad como algo normal.
El Día Internacional del Orgullo LGBT (lesbiana, gay, bisexual y transexual), también conocido como Día del Orgullo Gay o simplemente Orgullo Gay (en inglés, gay pride), es una serie de eventos que cada año los colectivos LGBT celebran de forma pública para instar por la tolerancia y la igualdad de los gays, lesbianas, bisexuales y transexuales.
Tal fiesta tiene lugar el 28 de junio, fecha en que se conmemoran los disturbios de Stonewall (Nueva York, EE. UU.) de 1969, que marcan el inicio del movimiento de liberación homosexual.
La noción básica del “Orgullo LGBT” consiste en que ninguna persona debe avergonzarse de lo que es, cualquiera sea su sexo, orientación sexual o identidad sexual.
AM.MX/fm
