jueves, abril 25, 2024

Destrucción en Reforma

Hugo Rodríguez Barroso.

 

Quizá a muchos les importa poco o a pocos les importa mucho la destrucción que se atestigua en la Avenida Reforma de la CDMX. Pero esto es el reflejo de lo que pasa en toda la ciudad e incluso de lo que pasa a lo largo del territorio nacional. Por eso no es cosa menor. Es un ejemplo más, claro y palpable, de cómo los gobernantes actuales, que ocupan más tiempo en aspiraciones políticas personales aunque frustradas desde ya, ejercen sus funciones públicas con incapacidad e ignorancia y hasta con abuso de poder. Lo peor es que muestran que no saben cómo abordar los problemas de la ciudad, no saben cómo dar soluciones ni resultados. Son un desastre, como el que han creado en la Avenida Reforma.

 

La movilidad en la CDMX es un caos y nos lleva necesariamente a revisar lo relacionado con el transporte público. Resulta que como consecuencia de las sistemáticas raterías de quienes han gobernado la CDMX en los últimos 20 años, no se ha construido una sola línea del Metro o extensión de alguna de las que construyeron los muy desprestigiados priistas, a excepción de la Línea 12 o línea dorada, que ha sido uno de los mayores desfalcos a la Hacienda Pública del Distrito Federal. Los presupuestos anuales para la CDMX que incluyen gasto de inversión (que teóricamente es intocable) se han utilizado para otros rubros que alimentan a toda una mafia creada por la falsa izquierda en estas dos décadas y de la que se benefician gobernantes, políticos, ideólogos, miembros de células territoriales y hasta paleros que se dedican a promover la mentira como única vía para alcanzar la “salvación de las almas hacia los Cielos y la Eternidad”.

 

Así, no hay dinero que alcance. Y por lo tanto, tan simple como un silogismo, no hay recursos para contar con un sistema multimodal eficiente y moderno de transporte público que alivie el caos de la movilidad en la CDMX. Por eso no hay más Metro y el que existe ni mantenimiento recibe: está por colapsarse. Y si no lo creen, pues con todo respeto, los invito a que se suban al Metro, a cualquier hora del día para que no la padezcan mucho, y noten, lo que sufre la gente todos los días. Pero los bandidos de hoy son administradores en una Dictadura de Partidos. Y en un régimen fascista, además, son soberanos, así que pueden deshacer y destruir, como en Reforma. Con la amenaza de que si alguien se queja, entonces será etiquetado como instrumento de intereses políticos. Aduciendo que se trata de desprestigiar a un gran personaje que de modo descarado viene haciendo carrera proselitista con los recursos de los ciudadanos de la capital, ¿no es así? Me pregunto, ¿intereses políticos para acabar con un cadáver político llamado Mancera? ¿Para acabar con un sujeto que está más muerto que lo que se ve en sus fotografías de semblante pálido e imagen gris?

 

Pero volviendo al tema de los dineros desviados y de la insuficiencia en el gasto de inversión, nos venden la idea de que infraestructura en transporte público es hacer líneas de Metrobús. Para ello ubican una avenida grande y de preferencia un Eje Vial que lo dividen en dos, al quitarle los tres carriles centrales, para meter un autobús alargado en dos sentidos. Esto lo vienen haciendo como sustitución de inversión en verdadera infraestructura de trenes ligeros subterráneos o aéreos como los del Sistema Colectivo Metro. Y como nadie dice nada, pese a que han acabado con la fluidez vehicular mínima lograda desde la creación de esos ejes viales, pues ahora se fueron sobre la Avenida Reforma. ¡Para que se note! ¡Y qué mejor si se traen unos autobuses de dos pisos! De esos que seguramente vieron estupefactos en una ciudad llamada Londres. Me imagino que los han de ver observado en alguno de sus viajes por Europa siendo funcionarios, porque antes de serlo ni a Chiconcuac viajaron, para concluir que los debían traer a la CDMX.

 

Y aquí están los resultados. Los destrozos de la falsa izquierda representada por la dupla PRD-MORENA, con la complacencia y silencio de los dos decanos de la corrupción el PRI y el PAN. El hecho es que hoy están por generar un mayor caos y destrucción en la Avenida Reforma y seguirán las banquetas de los Museos Rufino Tamayo y de Antropología por un lado, y las del Museo de Arte Moderno, del Lago y Zoológico de Chapultepec por el otro, hasta llegar a la Fuente de Petróleos. Porque destruir es fácil. Pese a que se trate de ésa, la avenida más importante de la Nación, que guarda tanta historia, como debiese de guardar tanto respeto.

 

 

Pero respeto es lo que menos existe entre los gobernantes y la clase política entera. Todo les vale “un comino”, a excepción de la práctica cotidiana de enriquecerse. Al tiempo que sus peones, los burócratas funcionales lo corroboran con negligencia e irresponsabilidad al dejarlos hacer lo que les plazca. Y ese es el caso de los funcionarios del INAH y del INBA, quienes hasta ahora no han dejado claro si otorgaron los permisos para la obra o no, si esos permisos fueron provisionales o qué diablos hicieron. Ahora surge la pregunta ¿para qué se creó una Secretaría de Cultura cuando ni lo primordial se salvaguarda? ¿Qué se espera del avance en la cultura y de la promoción artística si en manos de estos burócratas más bien disfuncionales se encuentra la cultura, el acervo histórico y el arte mismo?

 

Tristemente, tampoco es de extrañar que en las instituciones “dedicadas” a la cultura se viva también en la simulación. Y pongo otro ejemplo para acabar: hace un mes hicimos una solicitud para rentar el Teatro Julio Castillo un par de horas, en cualquier día y de acuerdo a su disponibilidad, con anticipación suficiente. Todo por correo electrónico porque a esos sujetos no le gusta tratar con la gente (se sienten parte de la Corte de Luis XVI). La respuesta tardó tres semanas conteniendo un párrafo de seis líneas (una semana por dos líneas), en sentido negativo, claro, pese a que redactar un correo tan escueto debiese tomar tres minutos máximos. La justificación fue que tienen ocupado permanentemente el teatro por todo el año, ¡Qué tal! No sólo se tardaron tres semanas para darse cuenta de ello sino que se quejan que no tienen recursos y rechazan un ingreso adicional que no les aparecía en el radar.

 

 

​Lamentablemente este es el proceder y la forma de operación  por parte de la burocracia que se considera promotora del arte. Por eso lo que pasa en Avenida Reforma y lo que se vendrá con la Fuente de Petróleos. Porque quienes debieron ponerle un alto al Sr. Mancera y a sus incompetentes colaboradores no lo hicieron.

 

México y su pueblo son presa no solamente de los políticos corruptos, sino también de este tipo de burócratas nocivos que cobran con puntualidad la quincena y como contraprestación hacen NADA; por el contrario, obstaculizan el avance de la sociedad mexicana, son todos ellos la metástasis cancerígena social que padece la Patria. Sus vidas mediocres y sedentarias moldean su personalidad, que en combinación con su ADN desarrollado en un marco de complejo de inferioridad manifestado en actos públicos cargados de arrogancia y soberbia (como efecto del inconsciente para opacar tal sentimiento de inferioridad), los hace eludir su responsabilidad y no ejercer sus funciones con ética y sentido humano y social. No sólo como en el caso del Teatro Julio Castillo que es lo de menos, que no tiene ninguna importancia aunque se manifiesta aquí para entender lo enraizado de lo que se padece, sino como el asunto de la destrucción de la Avenida Reforma y porque así está el país entero.

 

PD 1. Los trabajos de la Línea 7 del Metrobús no fue suspendida ni por el INAH ni por el INBA, sino por resolución de un juez ante procedimiento iniciado por una asociación de ciudadanos. A ese nivel de irresponsabilidad y de vergüenza por parte de esas dependencias “protectoras de la cultura”.

 

PD 2. Otros se condujeron con total pasividad, no movieron un dedo ni se pronunciaron, como los delegados de la Madero y Cuauhtémoc. Pero dirán que no les corresponde. Aunque uno de ellos desatienda su demarcación que es la más afectada por la obra al tiempo que hacía proselitismo político en el Estado de México, cuando en todo caso, eso menos le corresponde.

 

 

​PD 3. La Línea 7 del Metrobús hará aún más caótico el tráfico vehicular en Reforma, del Caballito a la Fuente de Petróleos, y generará mayor contaminación en la zona centro de la ciudad, porque los autobuses que pretenden circular en ese tramo provocarán mayor bloqueo al movimiento de los vehículos de la retaguardia, no sólo por la lentitud en el movimiento de los autobuses derivado de su peso y maniobrabilidad, sino por las paradas constantes que efectuarán y que serán más prolongadas a comparación de los autobuses actuales. Además ocasionarán un nudo mayor en el tramo de Mariano Escobedo al Auditorio Nacional, en donde ni los paraderos de los microbuses se han ordenado. Para acabar en un caos sin solución a la llegada a la Fuente de Petróleos y Las Lomas, que repercutirá en mayores problemas para el tráfico del Periférico con dirección de norte a sur, justo en la salida a la lateral hacia Reforma y Virreyes, y por supuesto en Las Lomas.

 

Y nos dicen que no existe ingobernabilidad. ¿No es esto un reflejo más de eso?

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