CIUDAD DE MÉXICO, 14 de julio (AlMomentoMX).- Ignacio Avendaño Ojeda, hermano de Martín Gaudencio, Sergio y Héctor Manuel Avendaño Ojeda, presuntos operadores financieros de Ismael “El Mayo” Zambada, fue asesinado en el fraccionamiento Perisur, en Sinaloa.
De acuerdo con Noroeste.com, a las 8:30 horas de este jueves se registró el asesinato en el fraccionamiento Perisur, cuando un grupo de personas ingresaron a su domicilio y lo ultimaron con distintos balazos.
Ignacio era el menor de la familia Avendaño Ojeda, quienes el 27 de octubre del 2011 fueron boletinados por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos como operadores financieros de Ismael “El Mayo” Zambada.
Tras lanzar la acusación, el Gobierno estadounidense congeló las cuentas de los hermanos Avendaño Ojeda y también boletinó a las empresas Autos Mini, con sede en Ensenada, Baja California, y Autódromo Culiacán Race Parck, en esta ciudad.
Sin embargo, Ignacio Avendaño Ojeda no apareció en la estructura de operadores en 2011, y hasta el momento no se le tiene considerado como parte de la organización.
Al lugar acudieron periodistas, personal de funerarias, elementos de la Policía Estatal Preventiva y peritos de la Fiscalía General.
De acuerdo con Noroeste, al lugar también llegaron seis hombres en diferentes vehículos, quienes saltaron la cinta de seguridad, que se instala para el cuidado de la llamada cadena de custodia.
Esas personas ingresaron a la casa y minutos después salieron hablando por radio, subieron a sus vehículos se retiraron. Los periodistas que estuvieron ahí refirieron que el ambiente era tenso, por lo que decidieron guardar distancia y evitar la toma de fotografías y video.
Posteriormente, llegó otro grupo de hombres a bordo de seis camionetas cerradas, quienes también saltaron la cinta de seguridad y esperaron fuera de la casa. Ninguno de ellos, de acuerdo a los periodistas, tenía armas visibles.
Los peritos hicieron crecer espacio de resguardo con el cierre de la calle donde se ubica la casa, pero las personas continuaron dentro del área.
Al momento en que los elementos de Servicio Médico Forense entraron a la casa para sacar el cuerpo, uno de los hombres se acercó a los periodistas para amedrentarlos.
“Compa, ¿ustedes son periodistas?, les voy a pedir un favor, no quiero que esto salga en el periódico”, les dijo y luego se volteó para regresar a la casa.
Los policías estatales no intervinieron en la solicitud, en cambio, permanecieron observadores de las acciones de los periodistas, que se retiraron en grupo.
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