viernes, abril 19, 2024

ACENTO: “Me canso, ganso”

Salvador Flores Llamas

Preocupa que López Obrador ofrezca visas y trabajo a los hondureños que llegan por Chiapas, al cabo “donde come uno comen dos”, cuando hay millones de paisanos sin empleo, la rebaja de salarios a la alta burocracia provoca gran fuga de cerebros y 70% de desempleados de confianza del gobierno. 

Además la crisis económico-financiera que desatará cancelar las obras del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México (NAIM) y dejarán de crearse allí 400,000 empleos.

Preocupa mucho a los colaboradores cercanos de Amlo que parezca  que aún anda en campaña, pues hace promesas a aquí y allá, que se empalman y contradicen y a sus encargados de finanzas no les cuadran las cifras para darles sustento.

En la gira para agradecer el voto les da por su lado a los gobernadores, como en cada pueblo o ciudad prometía lo que más necesitaban o deseaban oir. No toma en cuenta que ya es Presidente Electo y que debe tomarse más en serio.  

Cómo le alcanzará el dinero para tantas promesas, si parte de la base –muy saludable– que no aumentará impuesto ni de deuda, y hace temer que en algún momento olvide la autonomía del Banco de México y disponga de las reservas financieras, lo que ya sugirió un diputado de Morena.

¿Acaso éste fue enviado a lanzar la especie para sondear a la opinión pública y prepararla?

Sobre los recursos que requerirán para cumplir sus ocurrencias, las cifras que se amontonan: 250 mil millones significará quitar el impuesto (IEPS) a la gasolina, como sugirió Rocío Nahle, futura secretaria de energía.

Mas la Secretaría de Hacienda acaba de hacerle el favor a Amlo de anunciar un  aumento de 30% del precio a la gasolina, para que la gente lo atribuya al gobierno que sale y no a Andrés que tanto ha prometido lo contrario.

Todavía Hacienda quiso jugarnos el dedo en la boca, al decir que ese incremento no significará que paguemos más por la gasolina, aunque los precios de ésta se disparen lógicamente.

Se ve, pues, que ya López Obrador es quien manda en México.  

Reducir 20% el IEPS en la frontera norte y 8% el IVA costará 110 mil millones al año.

La industria eléctrica necesita le restituyan su pasivo de 20,000 millones, y la CFE condonará 43.5 mil millones que los tabasqueños le deben desde que Amlo los indujo a no pagarle hace 30 años.

Se requieren 8,000 millones para reconstruir tres refinerías; la nueva en Dos Bocas, Tabasco, necesitará de inicio 50 mil millones y 160 mil en total en 3 años, en que se calcula se montará, aunque es muy difícil se haga en ese plazo. A todo eso hay que añadir los sobreprecios que siempre se dan en las obras públicas.   

Tomemos en cuenta que a medida que se acerca su toma de posesión Andrés se vuelve más autoritario; hay futuros secretarios temerosos de ser reemplazados antes del 1 de diciembre, como lo fue Héctor Vasconcelos por Marcelo Ebrard en Relaciones Exteriores.

Quizá Javier Jiménez Spriú sea sustituido en la Secretaría de Comunicaciones por José María Riobóo, el contratista preferido de Amlo desde cuando era jefe de gobierno y decretó guardar en secreto las cuentas de los segundos pisos.

Ante todo eso no hay que esperar milagros: la “consulta popular” de Amlo sobre dónde debe construirse el nuevo aeropuerto, excluirá Texcoco, aunque todos los dictámenes técnicos de los organismos especializados indican que la obra debe seguir allí y pese a las pérdidas que eso traerá para México y a la huida consiguiente de inversiones.

López Obrador se saldrá con la suya a la voz de “me canso, ganso”.

Por eso no extraña que haya vuelto a insistir que seguirá llamando prensa “fifí” a los medios y analistas conservadores, y no sorprenderá que el soterrado ataque a la libertad de expresión salga a flor de piel, al rato.

llamascallao@hotmail.com

@chavafloresll

 

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