lunes, mayo 6, 2024

A cien años de la promulgación de la Constitución

Francisco Medina

CIUDAD DE MÉXICO, 5 de febrero (AlmomentoMX).- Desaparecido el régimen huertista, los caudillos revolucionarios luchan entre sí:

Venustiano Carranza por ser el Primer Jefe del Ejército Constitucionalista; Francisco Villa, por ganar las batallas de mayor importancia contra Victoriano Huerta y pedir la repartición de tierras; Emiliano Zapata, porque exigía el cumplimiento del Plan de Ayala.

Esta situación es descalificada por los demás grupos quienes deciden convocar a la Convención de Aguascalientes en octubre de 1914. A dicha convención asistió Álvaro Obregón en representación de Venustiano Carranza, Antonio Díaz Soto y Gama representado a Zapata, y Francisco Villa. Los convencionistas acordaron la renuncia de Carranza, Villa y Zapata a los mandos que ejercían y se nombra Presidente a Eulalio Gutiérrez, quién tomó el cargo el 3 de noviembre de 1914 y lo abandonó el 28 de mayo de 1915.

Las tropas convencionistas obligaron a Venustiano Carranza a salir de la capital y tomar el rumbo de Veracruz, en donde expidió tres leyes que le hicieron acreedor de una fuerza superior ideológica frente a otros caudillos:

  • Ley del Municipio Libre;
  • Ley Obrera; y
  • Ley Agraria.

Gutiérrez deja la Presidencia. Francisco Villa se enfrenta a las tropas carrancistas comandadas por Álvaro Obregón, en la región de Celaya (Batalla de Celaya) en abril de 1915, en donde los villistas fueron deshechos por Álvaro Obregón. Los hombres de Villa fueron asesinados por los carrancistas, por lo que Villa se refugió en Chihuahua.

El constitucionalismo fue la corriente triunfante de la Revolución Mexicana. Logró la victoria sobre el villismo y el zapatismo. Venustiano Carranza pudo establecer su gobierno en la ciudad de México e iniciar la pacificación de todas las regiones del país y el establecimiento del orden constitucional. Inició la etapa constructiva de la Revolución, con la Convocatoria del Congreso Constituyente que se celebró en la ciudad de Querétaro entre diciembre de 1916 y enero de 1917.

La Constitución promulgada el 5 de febrero de 1917 plasmó las principales demandas sociales, económicas y políticas de la Revolución y estableció un nuevo orden que asumió como su principal función cumplir con el programa de la Revolución y ser el eje articulador del desarrollo de la Nación mexicana en el siglo XX.

En el curso del 1916 Carranza impulsó la idea de convocar a un congreso constituyente que debía introducir algunas modificaciones en la Carta Magna a de 1857. Con esto se trataba de dar por terminada la lucha armada y regresar al orden legal.

La convocatoria se hizo en septiembre y las sesiones se llevaron a cabo de diciembre de 1916 a fines de enero de 1917. Hubo una gran diversidad en las opiniones de los diputados, lo cual produjo la formación de dos grupos extremos: izquierdas exaltadas y derechas moderadas que se alarmaban ante algunas medidas.

El grupo progresista se relacionaba con Obregón en tanto que los moderados con Carranza. Entre los primeros había muchos que pelearon en los campos de batalla y querían destruir rápidamente el pasado para entrar en el porvenir que habían soñado para México, entre ellos Francisco J. Múgica Esteban Baca Calderón, Heriberto Jara, Cándido Aguilar, Juan de Dios Bojórquez, Rafael Martínez de Escobar, Luis Espinosa y Froylán Manjarrez. El ala moderada tuvo como núcleo fundamental a los ex diputados renovadores. La gran masa del Congreso llegó libre de partidarismos y fue la que formó la mayoría equilibradora de los extremos.

El grupo obregonista estaba respaldado por el recién creado Partido Liberal Constitucionalista. La tendencia radical logró una mayoría, que se demostró en la composición de las comisiones. Del proyecto presentado por Carranza fueron aceptados los cambios en cuanto a la organización política del país, que le reafirman su carácter presidencialista. En una serie de artículos fundamentales impuso su criterio el ala jacobina. De hecho, en la Constitución quedaron incorporadas las propuestas y demandas de las diversas corrientes revolucionarias.

La Carta Magna está conformada por los siguientes títulos: I. De las garantías individuales. II. De la soberanía nacional y de la forma de gobierno. III. De la división de poderes. IV. De las responsabilidades de los funcionarios públicos. V. De los Estados de la Federación. VI. Del trabajo y la previsión social. VII. Prevenciones generales. VIII. De las reformas a la Constitución. IX. De la inviolabilidad de la Constitución.

Como la del 57, la Constitución de 1917 establecía el sistema federal, la separación de poderes, la no reelección, un Poder Legislativo en dos Cámaras, y una Comisión Legislativa Permanente. A diferencia de su antecesora, dio gran fuerza al Ejecutivo.

Siguiendo lo dispuesto en los transitorios de la Constitución, Carranza convocó a elecciones para presidente y para diputados y senadores al XXVII Congreso de la Unión. El 1 de mayo de 1917 Carranza rindió protesta como presidente constitucional.

A pesar de que se había proclamado una nueva Constitución el orden constitucional no se había restablecido en todo el país, muchos estados se demoraron meses y años en adherirse al pacto federal, porque continuaban en ellos los movimientos armados. Para poner fin a los movimientos rebeldes, el Ejecutivo procedió junto con el Secretario de Guerra y Marina a reorganizar los antiguos cuerpos del ejército en divisiones, brigadas, batallones y regimientos, suprimiéndose las comandancias militares y aumentándose los salarios.

La nueva Constitución trajo la protesta de los Estados Unidos ya que consideraban que los artículos 3°, 27 y 123 lesionaban los intereses de los extranjeros, a ella se sumó la queja de las compañías petroleras que veían afectados sus intereses ya que el gobierno de Carranza trataba que los hidrocarburos quedaran bajo el dominio de la nación. El conflicto tendría sus puntos culminantes en los gobiernos que siguieron a Carranza.

Formalmente la Revolución había terminado y se vivía bajo un nuevo orden constitucional pero la calma no había llegado al país: se padecía escasez de moneda, bandidaje, hambre, epidemias, muchos pueblos pedían restituciones de tierra y dotaciones, el desempleo era elevado, eran frecuentes las huelgas y los problemas religiosos, las restricciones económicas y las grandes dificultades en la aplicación de algunos de los preceptos constitucionales. Continuaban levantados en armas algunos grupos principalmente el zapatista, cuya lucha se debilitó con el asesinato de su caudillo en abril de 1919.

Debe entenderse, sin embargo, que los autores de la Constitución de 1917, encabezados por el Primer Jefe, don Venustiano Carranza, aquellos legisladores que con legitimidad manifiesta ostentaban la representación popular -en uno de los momentos más dramáticos de la historia de nuestra patria- eran hombres de una trayectoria que sin exagerar podríamos calificar de épica, ya que no solamente se trataba de varones de reconocida integridad moral, de probada capacidad intelectual y de una larga experiencia a partir de sus años juveniles, inquietos y audaces políticos, ardorosos en su pasión por el bien de su país, sino que prácticamente todos ellos hablan participado en la lucha armada, primero para derrocar la dictadura porfirista y luego para derrotar al usurpador Victoriano Huerta. Esto dio por resultado que los Constituyentes de 1917, hombro con hombro con los caudillos y jefes del Ejército de la Revolución adquirieran una personalidad única puesto que a la vez que fueron denodados luchadores en los campos de batalla, estuvieron capacitados también por sus dotes de políticos, por sus virtudes cívicas, por su espíritu patriótico, para hacerse cargo de la más responsable y trascendental tarea que a un mexicano puede dársele, como es la de codificar los derechos y obligaciones de su pueblo.

Los Constituyentes reunidos en Querétaro por mandato del Primer Jefe don Venustiano Carranza para institucionalizar los principios revolucionarios en una nueva Constitución que fortaleciera las normas jurídicas de la expedida en 1857 incluyendo las aportaciones y las conquistas socioeconómicas y democráticas logradas en la lucha armada, eran hombres de gran prestancia en todos los órdenes de la vida. Formaban un grupo de una heterogeneidad vigorosa y fecunda, pues lejos de proceder de un solo estrato social, constituían un rico conglomerado humano en el cual se hallaban lo mismo profesionistas que obreros, militares que políticos, periodistas que intelectuales y fue precisamente esa amalgama de tan poderosas raíces mexicanistas la que coadyuvó a que el contenido de nuestra Carta Magna satisficiera totalmente, en extensión y profundidad, las aspiraciones del pueblo de México.

Hay que advertir también que la Constitución de 1917 fue obra, propiamente hablando, del mismo pueblo mexicano, ya que no solamente los diputados, del Constituyente, con plena libertad de expresión y voto y en ocasiones oponiéndose a no pocos de los proyectos de reforma presentados por don Venustiano Carranza, ejercieron su derecho de legisladores elegidos por el pueblo, sino que fue este mismo pueblo el que también intervino directa y activamente para que la forma y el contenido de nuestra Carta Magna tuviera verdaderas características populares y para que sus enmiendas, sus reformas y sus valiosísimas precisiones jurídicas e institucionales aplicadas principalmente a hacer efectiva la justicia social, se convirtieran definitivamente en el único, verdadero y apropiado cauce por el cual deberla seguir el país hacia su desarrollo integral con firme estabilidad política dimanada de nuestro régimen de derecho.

En efecto y no obstante hallarse el país todavía grandemente agitado por las luchas de las facciones revolucionarias, durante los 72 días distribuidos en 10 sesiones preparatorias y en 67 formales de trabajo en que incansablemente, día y noche, laboraron los Constituyentes, ellos recibieron continuamente infinidad de telegramas, misivas y cartas procedentes de todos los estratos del pueblo en las cuales, con la facultad legítima que asistía al pueblo mexicano, se proponían enmiendas y reformas nacidas de la misma sustancia de anhelos y aspiraciones populares y orientada a hacer válidos los derechos humanos dentro de la justicia socia!.

 

EL NACIMIENTO DE LA CONSTITUCIÓN DE 1917

 

Con la fuerza militar a su lado, Venustiano Carranza convoca a un Congreso Constituyente en la ciudad de Querétaro, al que concurrieron sólo diputados carrancistas. El Congreso trabajó dos meses dedicándose a elaborar una nueva Constitución Federal, en la que se introducen reformas en su articulado y se establecen principios innovadores en materia agraria.

Entre sus normas fundamentales, pueden mencionarse las siguientes:

El Artículo 1º estableció el otorgamiento de “garantías” o derechos individuales a toda clase de mexicanos.

El Artículo 2 prohibió la esclavitud.

El Artículo 3 estableció la educación laica para escuelas oficiales y particulares.

El Artículo 4 consagró la libertad de trabajo.

El Artículo 5 prohibió los votos religiosos y el establecimiento de órdenes religiosas.

El Artículo 7 prohibió secuestrar la imprenta como cuerpo del delito.

El Artículo 24 estableció la libertad de creencias, pero prohibió todo acto de culto externo fuera de los templos o de las casas particulares.

El Artículo 27 estableció el antiguo principio español del dominio de la nación sobre subsuelo. Consagró el reparto de la tierra y perpetuó la nacionalización de los bienes eclesiásticos prohibiendo la existencia de colegios eclesiásticos, conventos, obispados y demás.

El Artículo 39 consagró el principio de la soberanía nacional.

El Artículo 40 señaló que el régimen del gobierno era el de una república representativa, democrática y federal.

El Artículo 49 dividió el ejercicio del Supremo Poder de la Federación en tres poderes: Legislativo, Ejecutivo y Judicial.

El Artículo 50 indicó que el Poder Legislativo se formaría por un Congreso con dos Cámaras, una cámara alta y otra baja, es decir, la de Senadores y la de Diputados.

El Artículo 80 consagró como depositario del Poder Ejecutivo al Presidente de los Estados Unidos Mexicanos.

El Artículo 94 puso las bases del Poder Judicial de la Federación.

El Artículo 107 consagró el “Juicio de Amparo”.

El Artículo 115 puso las bases del municipio libre.

El Artículo 123 estableció un régimen de protección a la clase trabajadora.

El proyecto original de la Constitución estuvo redactado por los Diputados José Natividad Macías, Félix F. Palavicini, Luis Manuel Rojas, Alfonso Cravioto, Manuel Andrade y Juan N. Frías; pero en el curso de las sesiones, el proyecto fue modificado hasta alcanzar su forma final, que al conseguirse, permitió que se promulgase la nueva Constitución.

AM.MX/fm

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